En Puente Montañana atravesamos el Noguera Ribagorzana y entramos en territorio catalán.
Las siguientes jornadas rodamos por la parte más espectacular de la ruta.
Al final de una exigente jornada llegamos a la pequeña aldea de Perles.
El pueblo no cuenta con la mínima infraestructura, por lo que no tenemos más remedio que alimentarnos o asearnos con lo que llevamos encima.
Al menos no tenemos a nadie que nos moleste, pues no vemos ningún habitante, por lo que decidimos acampar en mitad del pueblo.
Otra soleada jornada por delante y un espectacular recorrido por la vertiente sur de la sierra del Cadí.
Un par de puertos de montaña con sus merecidas paradas, antes de llegar a ...
... Berga, donde nos concedemos un merecido descanso en el albergue de la localidad.
Pedaleamos ahora en busca de la ruta del Ter.
Una ruta que nace en el Pirineo y que acompaña a el río Ter hasta su desembocadura.
A la altura de Manlleu nos juntamos a la ruta del Ter.
En la riera de los embalses de este río, encontramos un lugar perfecto donde acampar.
Tras el refrescante bañito y la posterior cena... una romántica partidita a la luz de las velas.
Otra espectacular jornada por delante por las riberas de los embalses de Sau y Susqueda nos conduce...
... hasta Girona.
Al día siguiente, última etapa y después de once jornadas, al fin llegamos al Mediterráneo, donde nos concederemos tres días de merecido descanso en L´Estartit. Siesta, playa, piscina y a soñar con la ruta del año que viene.
Etapas sin apenas un metro llano pero con ascensos muy llevaderos e interminables descensos.
Al final de una exigente jornada llegamos a la pequeña aldea de Perles.
El pueblo no cuenta con la mínima infraestructura, por lo que no tenemos más remedio que alimentarnos o asearnos con lo que llevamos encima.
Al menos no tenemos a nadie que nos moleste, pues no vemos ningún habitante, por lo que decidimos acampar en mitad del pueblo.
Un par de puertos de montaña con sus merecidas paradas, antes de llegar a ...
... Berga, donde nos concedemos un merecido descanso en el albergue de la localidad.
Pedaleamos ahora en busca de la ruta del Ter.
Una ruta que nace en el Pirineo y que acompaña a el río Ter hasta su desembocadura.
A la altura de Manlleu nos juntamos a la ruta del Ter.
En la riera de los embalses de este río, encontramos un lugar perfecto donde acampar.
Tras el refrescante bañito y la posterior cena... una romántica partidita a la luz de las velas.
Otra espectacular jornada por delante por las riberas de los embalses de Sau y Susqueda nos conduce...
... hasta Girona.
Al día siguiente, última etapa y después de once jornadas, al fin llegamos al Mediterráneo, donde nos concederemos tres días de merecido descanso en L´Estartit. Siesta, playa, piscina y a soñar con la ruta del año que viene.
Vemos que la cantera va creciendo a pasos agigantados y que dentro de poco serán ellos quienes os llevarán de viaje... Las fotos muy guapas, dan ganas de volar a los Pirineos YA!
ResponderEliminarUn abrazo desde la Durango mexicana